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09/08/2010 / fiestaenlamadriguera

«Quise colocar la violencia del narco junto a la de otras épocas y regiones»: Juan Pablo Villalobos, entrevistado por Claudia Apablaza en Culturamas

El pasado 6 de agosto la revista de actualidad cultural en línea Culturamas publicó una entrevista sobre Fiesta en la madriguera que le hizo la escritora chilena Claudia Apablaza a Juan Pablo Villalobos. En esta entrevista se tocan temas como la búsqueda de la voz narrativa de la novela, la forma como se recrea en ésta el fenómeno del narcotráfico, las preferencias de Juan Pablo Villalobos como lector o los autores y las obras que lo han influenciado como autor.

Cuando Claudia le pregunta por el origen de la decisión de poner la narración de la historia en boca de un niño Villalobos responde:

‘Primero por una cuestión vivencial: comencé a escribir la novela cuando supe que sería padre, de hecho el libro está dedicado a mi hijo. La historia la tenía más o menos clara y estructurada desde el inicio, pero me faltaba encontrar una voz que me sedujera. Comencé escribiendo con un narrador externo al relato y pronto sentí que no funcionaba. Estuve ensayando varios narradores sin que ninguno terminara de convencerme. Entonces apareció la primera frase del libro: “Algunas personas dicen que soy un adelantado”. Ahí estaba el tono que buscaba, curiosamente de la primera página de la novela sólo sobrevivió la primera fase. Conforme avanzaba me di cuenta de que narrar desde la mirada de un niño me liberaba de emitir juicios morales, lo cual era fundamental para mi apuesta’.

Con respecto a la extensión de Fiesta en la madriguera su autor destaca su preferencia por la brevedad y llama la atención sobre la importancia que tienen para él no sólo algunas obras menores de varios autores clásicos que son reconocidos sobre todo por sus proyectos más grandes y ambiciosos, sino también ciertas novelas cortas de algunos de sus escritores favoritos. Al respecto dice Villalobos:

‘Siento fascinación por el pequeño formato o por lo que a veces se denomina “obras menores”. No me interesa la ambición por la “obra total”. Prefiero los cuartetos a las sinfonías. Detesto la ópera. Me atraen más las vajillas de Picasso que el Guernica. No me interesa En busca del tiempo perdido, Ulises o El hombre sin atributos. No los he leído ni lo haré. Sin embargo, venero los ensayos de Proust, El retrato del artista adolescente y Las tribulaciones del estudiante Törless.

En cuanto a influencias siento una deuda con las decenas de novelitas de César Aira, porque considero que me salvaron del marasmo de la metaliteratura. Y encima el autor de mi generación que más me gusta, Alejandro Zambra, ha escrito un par de novelitas mínimas, más breves incluso que Fiesta en la madriguera. Todo ello no quiere decir que renuncie a explorar otros formatos’.

Para terminar, Villalobos dice no creer que en este momento exista una generación o un grupo de escritores mexicanos pero destaca la admiración que le produce el trabajo de algunos de sus contemporáneos:

‘No, no creo que exista un grupo como tal, y a mí en lo particular no me interesa el espíritu gregario. Creo que en el caso de la literatura la idea de grupo sólo puede entorpecer y desvirtuar el proceso de creación.

En mi generación hay escritores que están haciendo cosas interesantes y a los que admiro, no voy a decir nada nuevo: Yuri Herrera, Julián Herbert, Daniela Tarazona, Emiliano Monge…’

Desde la madriguera les damos las gracias tanto a Claudia como al resto del equipo de Culturamas por su interés en Fiesta en la madriguera y por abrir un espacio para conversar con su autor acerca de la novela, de su visión particular con respecto a la temática que ésta aborda, de sus preferencias como lector y del conjunto de obras y autores que han ejercido una influencia sobre su obra.

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